Además, el acusado, quien ha depositado en el juzgado 12.000 euros como compensación por el daño moral causado a las víctimas, no podrá acercarse ni comunicarse con ellas durante un periodo de tres años y nueve meses.
Tanto la Fiscalía, como la acusación particular representada por las afectadas y la defensa del acusado, presentaron un escrito de conformidad ante el tribunal, que ha sido ratificado hoy ante la magistrada presidenta del tribunal del jurado.
Dado que no fue necesario celebrar el juicio, no se convocó a los ciudadanos para la constitución del jurado.
Según los hechos recogidos en el escrito de conformidad, que han sido reflejados en la sentencia, el acusado alquiló un piso en Santander a través de la plataforma Airbnb a cuatro mujeres para una estancia de dos días.
"Con la intención de violar la intimidad ajena, instaló dispositivos de grabación en el baño y en uno de los dormitorios", con los cuales "logró grabar sin consentimiento a las cuatro inquilinas en distintos momentos, tanto en el baño como en una de las habitaciones."
Las cámaras capturaron "un total de veintiséis videos de escenas íntimas."
Posteriormente, sin la autorización de las víctimas, el acusado ingresó en el piso de madrugada y se ocultó en una habitación que no estaba incluida en el contrato de alquiler, con el objetivo de recuperar las cámaras que había instalado.
Las mujeres lo descubrieron y presentaron una denuncia. Al ser detenido, y antes de que se supiera que había realizado grabaciones, el acusado proporcionó a los agentes la clave de desbloqueo de su teléfono móvil, lo que permitió a la policía encontrar los videos almacenados en el dispositivo.
El hombre ha admitido ser el autor de cuatro delitos de revelación de secretos en concurso con un delito de allanamiento de morada, con la concurrencia de dos circunstancias atenuantes: confesión y reparación del daño.